Tarea 4 - Revisión por partes y factor de impacto.

 Uno de los pilares fundamentales del conocimiento científico es la revisión por pares, un proceso en el que expertos del área evalúan críticamente los artículos antes de su publicación. Este sistema permite detectar errores metodológicos, inconsistencias en los argumentos o afirmaciones infundadas, y mejora sustancialmente la calidad del trabajo final. En investigaciones como la mía, centrada en el análisis arquitectónico y patrimonial de los edificios de viajeros de la línea Zaragoza–Canfranc, este filtro es esencial para validar tanto el enfoque histórico como los métodos tecnológicos (como el uso de fotogrametría o escaneado láser).

Por ejemplo, artículos publicados en revistas indexadas como ISPRS Archives (una revista revisada por pares especializada en documentación del patrimonio mediante tecnologías digitales) aportan estudios como el de Agustín y Quintilla (2019), que exploran la reconstrucción virtual del conjunto Lonja-Ayuntamiento de Alcañiz mediante modelos HBIM y escaneado 3D. Este tipo de publicaciones garantizan, gracias a la revisión por pares, que los métodos y resultados sean replicables y útiles para otros investigadores del ámbito del patrimonio ferroviario.

En cuanto al factor de impacto, aunque es un indicador útil para saber qué tan citada es una revista en su campo, no siempre refleja la calidad individual de cada artículo. Revistas más técnicas, especializadas en patrimonio arquitectónico o ferrocarril, como Informes de la Construcción o Virtual Archaeology Review, pueden tener factores de impacto modestos pero publicar investigaciones de alta relevancia para áreas específicas. Por ejemplo, estudios como el de Verdejo et al. (2018), sobre las construcciones ferroviarias en Teruel, aportan conocimiento clave para comparar tipologías constructivas, pese a estar en revistas con impacto menor en el sistema general.

En trabajos patrimoniales, centrados en casos locales con proyección cultural y técnica, la revisión por pares parece un buen criterio de calidad. El factor de impacto puede orientar, pero no sustituye el análisis crítico del contenido y la adecuación al objeto de estudio. La clave está en elegir fuentes revisadas, pertinentes y especializadas, más allá de métricas genéricas.